Los retos de la economía española son de carácter estructural y en consecuencia exigen respuestas estructurales, que estén basadas en un consenso amplio y con una vocación de permanencia.
El Banco de España presentó su Informe Anual en mayo 2021 y en el mismo, exigió al Gobierno de España la adopción de un paquete integral de reformas estructurales ambiciosas con vocación de permanencia pues advirtió que los “retos que la economía española debe afrontar en los próximos años son de una gran envergadura y están estrechamente relacionados entre sí”[1].
Pablo Hernández de Cos, Gobernador del Banco de España, afirmó que los retos de la economía española son de carácter estructural y en consecuencia exigen respuestas estructurales, que estén basadas en un consenso amplio y con una vocación de permanencia.
El Informe destaca la necesidad de las siguientes reformas:
● Promover un aumento sostenible de la oferta de vivienda en alquiler.
● Políticas que mitiguen la desigualdad de rentas.
● Reforzar la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
● Potenciar la empleabilidad de los trabajadores mayores.
● Reforzar políticas activas de empleo.
● Reducir dualidad del mercado de empleo
● Incrementar el capital tecnológico.
● Incrementar el capital humano
● Favorecer el crecimiento empresarial.
En todos esos temas también se identifican las principales medidas que deben ser adoptadas para frenar el proceso de despoblación, fenómeno que ocupó el capítulo IV del Informe Anual del Banco de España 2020 presentado en mayo 2021[2].
En el Informe, el Banco de España advierte que en España hay un 42% de los municipios en riesgo de despoblación, lo que representa unos 3.403 municipios, lo que hace a España el país de la Unión Europea que se ve más afectado por el fenómeno de la despoblación; en el caso de Francia, Italia y Alemania, el Informe destaca que cada una de ellas sufre de un 7%, 4% y 1% respectivamente.
Esa realidad, dice el Informe, lleva a que España tenga un porcentaje anormalmente elevado de territorio deshabitado que si se divide en celdas de un kilómetro, se podrá demostrar que tan solo el 13% del territorio está poblado.
Así mismo, el Informe destaca que hay una serie de características que diferencian al mundo urbano del rural, y que en el caso de los municipios con riesgo de despoblación se ven agravadas, entre esas diferencias se señalan:
-En términos demográficos, los municipios rurales son más pequeños que los urbanos; están más envejecidos y cuentan con una menor proporción de población femenina y extranjera.
-La agricultura representa una importante fuente de empleo.
-Las zonas rurales se caracterizan por una menor presión fiscal.
-En cuanto a la movilidad, el Informe destaca que un ciudadano de un municipio rural ha de recorrer de media unos 22,59 km para acceder a los diferentes servicios locales, frente a los 2,15 km que debe recorrer el ciudadano medio de un núcleo urbano.
-En cuanto a los servicios bancarios, el Informe destaca que para el 2020, el 59% de los municipios rurales no disponían de sucursal bancaria.
-Sobre la conectividad, para el 2020, tan solo el 20% de los hogares rurales disponen de una cobertura de 100MB, frente al 83% de los hogares urbanos para el 2020.
Por otro lado, hay otra realidad que atenta contra el objetivo de frenar de manera efectiva la despoblación y que tiene que ver con la confrontación política, pues ese consenso entre todos los actores para asumir las reformas, como sugiere el Banco de España, es casi que inexistente, prueba de ello fue la ausencia de los alcaldes del PP al evento realizado en el Palacio de la Moncloa para presentar las 133 medidas para enfrentar la despoblación, argumentándose que ese evento era una “pantomima”.
Así mismo esa ausencia de consensos, también se evidenció en la con la aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética en mayo 2021, que solo logró una mayoría y tanto el PP como Vox no la respaldaron.
El Cambio Climático, la Economía Circular y el reto demográfico son tres temas claves en la agenda política del gobierno de España, y claramente la falta de consensos o el clima de confrontación política ponen en riesgo la oportunidad real de España en hacer que los fondos de recuperación de la Unión Europea sean una inversión sostenible.
Por lo pronto hay medidas que se han venido concretando y que irán midiendo el impacto real de las mismas en cada una de las zonas en donde están activadas, lo que permitirá valorar con mayor objetividad si las 133 medidas y sus 10 ejes realmente son efectivos.
[1] Banco de España. Informe Anual 2020 en Breve. Página 34. Online en: https://www.bde.es/f/webbde/SES/Secciones/Publicaciones/PublicacionesAnuales/InformesAnuales/20/Fich/InfAnual_2020-IA.pdf
[2]Informe 2020 Banco de España. Capítulo IV: La distribución espacial de la población en España y su implicaciones económicas. Páginas 271-318. Online en: https://www.bde.es/f/webbde/SES/Secciones/Publicaciones/PublicacionesAnuales/InformesAnuales/20/Fich/InfAnual_2020-Cap4.pdf
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